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Transportar baterías estacionarias plantea problemas de diversa índole, que suelen ser difíciles de resolver.

Vamos a analizar los problemas más habituales que se pueden encontrar (e.g. condensación); unos son más difíciles de resolver y otros menos:

Capítulo 1: CONDENSACIONES

Capítulo 2: APILAMIENTOS

Capítulo 3: ROTURAS

Capítulo 4: MARCAS Y ETIQUETAS

En este primer capítulo hablaremos de condensaciones. La condensación es el problema menos grave de los analizados.

Problema:

A veces, durante el trasporte de las baterías, se pueden encontrar cajas/palés con un aspecto lamentable.

El problema se origina por los cambios de temperatura durante el transporte o almacenaje.

Si aumenta la temperatura, el agua contenida en el electrolito se evapora hasta saturar el aire presente dentro del embalaje.

Si luego se enfría, el vapor de agua se condensa empapando el cartón,  y depositando gotas en las superficies planas.

Solución:

• Se secan los elementos con cualquier material textil adecuado. Desestimamos el uso de sopladores o aire comprimido por la posibilidad de proyectar restos de embalaje y/o dañarlo.
• Se instalan los elementos de batería en su bancada o armario correspondiente.
• Se comprueba que el nivel no haya descendido tanto que hayan quedado expuestas las placas. (muy improbable)
• Si es así, hay que ponerse en contacto con el fabricante por el riesgo de oxidación de las placas.
• Si no es así, se reajusta el nivel de electrolito con agua destilada hasta el nivel correcto.
• Se procede a su puesta en marcha de acuerdo a las recomendaciones del fabricante y siguiendo las instrucciones del jefe de proyecto.
• Los embalajes se pueden desechar sin más ya que no contienen materiales tóxicos o corrosivos.

En resumen: como solo se ha evaporado aguda, solamente tendremos que rellenar con agua destilada hasta que la acidez de la batería alcanza los niveles especificados por el fabricante. No hay retrasos en la puesta en marcha.